martes, 29 de marzo de 2016

OPINIÓN: Ciencia chilena en crisis, la clave es organizarnos.



El reciente anuncio del gobierno de la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, por medio de un proyecto de ley, ha generado mucha expectación en la comunidad cienfica (Gobierno de Chile, 2016), dado que las tareas fundamentales que se le asignan al ministerio son las reclamadas en la carta “Nuestros gobiernos han elegido la ignorancia” e indicadas por el Informe de la Comisión Presidencial Ciencia Para el Desarrollo (Cooperativa, 2015).

Sin embargo la novedad en este anuncio presidencial está en Plan Anual de Ciencia, Tecnología e innovación, el cual se pretende presentar en Septiembre de este año y definirá objetivos y prioridades políticas para el accionar en esta materia. Aquí es donde creemos que es importante establecer elementos de corto y mediano plazo para el diálogo al interior de la comunidad cienfica y continuar con los procesos de movilización, como los realizados el año recién pasado, que permitan asegurarnos desde lo social, que los cambios a realizarse sean de acuerdo a las necesidades actuales.

El primer elemento que consideramos de mediano plazo trata sobre el presupuesto para las ciencias, donde ya hubo preocupación por la disminución, del mismo, con respecto al año anterior,  el cual fue rechazado por la cámara de diputados (La tercera, 2015). Con la creación del ministerio, debemos preocuparnos que este presupuesto vaya en aumento con la expectativa de llegar, al menos, al porcentaje recomendado por la OCDE.

Aquí tenemos que introducirnos en el debate sobre el financiamiento de las ciencias, donde las cartas de Bernardo González y Álvaro Fischer nos sitúan en un marco general de cómo, dónde y bajo qué criterios entregamos financiamiento a la ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento (El mostrador, 2016).

El segundo es el emplazamiento a una consolidación institucional que resguarde sus derechos laborales (Beltrán Orz, 2016).

Para nosotros esto es prioritario, pues las condiciones laborales del sector ni siquiera cumplen con los criterios de la OIT para ser catalogado como “trabajo decente”, que en otras palabras se refiere a que se cumplan con estándares mínimos del derecho internacional incluyendo que se den marcos de diálogo social y negociación colectiva (Somavía, 2011).

Algunos de estos puntos son vulnerados de manera abierta y sin escrúpulos. Prueba de aquello es que una parte importante de la producción cienfica es elaborada por asistentes de investigación vinculados mediante honorarios casi sin posibilidad de mantener una posición estable en su trabajo mediante la firma de un contrato. En otras palabras, según estos mismos criterios internacionales, se puede considerar que la ciencia en Chile tiene condiciones de trabajo precario”, lo que es preocupante, puesto que estudios muestran que en nuestro país la precariedad laboral conduce a la inestabilidad, inseguridad laboral e inclusive pobreza (Pascual Arias, 2011). De no cumplirse con los criterios básicos para tener condiciones laborales mínimas, según estos criterios, es prácticamente imposible alcanzar un desarrollo de la actividad cienfica chilena que permita conjugar condiciones laborales justas y sostenibilidad en el tiempo.

Estas tareas de mediano plazo, lo son porque dependen del fortalecimiento de todas las iniciativas que emergieron el 2015, desde columnas de opinión, convocatorias a marchas, el nacimiento de organizaciones, los trabajos al interior de sociedades científicas y las academias de ciencias. En definitiva, hablamos de generar espacios de base de discusión colectiva, democrática y participativa, que permitan evaluar los años de movilización para trazar una hoja de ruta que contenga estas tareas de mediano plazo, generando así una organización que tenga la capacidad de acumular fuerza social (Ormazábal Inostroza, 2015).
Esta es la tarea al corto plazo que sin duda es urgente, pero tiene la dificultad de que la actual comunidad cienfica le hace falta diálogo con sus bases (docentes, estudiantes, asistentes de investigación, investigadores/as), lo que a nuestro juicio se debe a la falta de interés de sus miembros en participar de la política.

Ya lo dijo Santelices al dejar la presidencia de CONICYT hace algunos meses: "Los cienficos siempre le hemos hecho el quite a la política. Sin embargo, en este cargo se necesita alguien con experiencia de investigador, pero también con empuje político y con contactos con ese mundo. Hemos sido un poco ciegos al no querer ver esta realidad" (Urbina, 2016). Con esto queremos decir, claramente,  que debemos afrontar con altura de miras la necesidad de politizar las discusiones a la interna de la comunidad cienfica, lo que conlleva a promover posiciones con bases ideológicas y políticas que implican una posición de fuerza que se defiende frente a otras posiciones (Salinas, 2012). Ésta es, a nuestro juicio, la única forma de ser una presión efectiva a la institucionalidad vigente y de incrementar nuestros niveles de politización de cara a la creación efectiva de líneas de acción que lleven a buen puerto las demandas (Núñez-Acuña, 2013).

El desao es grande, puesto que se necesita de una organización capaz de plantearse estrategias de incidencia política y de diálogo con la sociedad.

Pero tenemos la convicción que las iniciativas que emergen de los últimos años son el comienzo de un proceso de articulación en el marco de la unidad y la discusión abierta, democrática y participativa; que permitirá encauzar reivindicaciones y propuestas programáticas en un plan estratégico. Esto permitirá consolidar a la comunidad cienfica como un actor social con vocación de transformación y aporte al desarrollo del país no solo desde su trabajo, sino también siendo parte de las luchas que hoy son parte del escenario de cambio político en chile.

Gustavo Núñez-Acuña
Ingeniero en Biotecnología Marina y Acuicultura. Dirigente Sindicato Interempresas LER

Ignacio Ormazábal Inostroza
Estudiante Magister en Física. Universidad de Concepción
Representante de Centro de Estudiantes de postgrado en Física UdeC

Diego Orz López. Estudiante de Bioingeniería . Universidad de Concepción. Miembro del Bloque de Ciencias Universidad de Concepción y del Colecvo Clado.


REFERENCIAS

Gobierno de Chile. (2016). Mandataria: “Vamos a enviar a fin de este semestre un Proyecto de Leyque crea un Ministerio de Ciencia y Tecnología”. Nocia en página oficial del gobierno, 18 de enero
hp://www.gob.cl/2016/01/18/mandataria-vamos-a-enviar-a-fin-de-este-semestre-un-proyecto-de-ley-que-crea-un-ministerio-de-cien

Cooperativa. (2015). Cienficos: Nuestros Gobiernos han elegido la ignorancia. Arculo publicado en coperava.cl, 8 de noviembre 2015.
hp://www.cooperava.cl/nocias/sociedad/ciencia/cienficos-nuestros-gobiernos-han-elegido-la-ignorancia/2015-11-08/115052.htm

La Tercera (2015). Amplio rechazo parlamentario a presupuesto para ciencia. Arculo ensuplemento Tendencias, La Tercera, 18 de noviembre 2015.
hp://www.latercera.com/nocia/tendencias/2015/11/659-656522-9-amplio-rechazo-parlamentario-a-presupuesto-para-ciencia.shtml

El Mostrador (2016). Financiamiento a las ciencias: Creación de conocimiento versus creación devalor. Carta que abre debate en la sección e-pístolas, El mostrador, 2 de febrero 2016.
htpp://e-pistolas.org/debate/financiamiento-a-las-ciencias-creacion-de-conocimiento-versus-creacion-de-valor/.

Beltrán Orz, C. (2016). L@s obrer@s de la ciencia requieren nueva institucionalidad. Arculo en medio El Quinto Poder, 11 de enero 2016.
hp://www.elquintopoder.cl/ciencia/ls-obrers-de-la-ciencia-requieren-nueva-instucionalidad/.

Somavía, J. (2011). El trabajo decente: fundamento de una estrategia de desarrollo con equidad. Trabajo Decente versus Trabajo Precario. Editorial Aun creemos en los sueños. Ediciones Le Monde Diplomatique, Santiago, Chile.

Pascual Arias, M. (2011). El empleo precario produce pobreza en Chile. Trabajo Decente versus Trabajo Precario. Editorial Aun creemos en los sueños. Ediciones Le Monde Diplomatique, Santiago, Chile.

Ormazábal Inostroza, I. (2015). La ciencia y el problema del poder. Arculo en medio El Quinto Poder, 12 de noviembre 2015. hp://www.elquintopoder.cl/ciencia/la-ciencia-y-el-problema-del-poder/.

Urbina, S. (2016). Renunció el presidente de Conicyt, Bernabé Santelices, tras dos meses en el cargo. Artículo en El Mercurio, 5 de enero 2016. Se puede ver en hp://www.economiaynegocios.cl/nocias/nocias.asp?id=216868.

Salinas, I. (2012). Politizar la ciencia. Arculo en revista online El Quinto Poder, 6 de diciembre 2012.  hp://www.elquintopoder.cl/ciencia/polizar-la-ciencia/..

Núñez-Acuña, G. (2013). Ciencia en Chile: Una tuerca que gira al revés. Resumen. hp://resumen.cl/2013/02/ciencia-en-chile-una-tuerca-que-gira-al-reves/.

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